El corazón, esponja sin espejos,
recoge lo infinito y vuelve eternos
instantes, miradas y desencuentros.
Parece que la vida son momentos,
sumas que de niños no aprendemos,
desengaños que jamás comprenderemos.
Un café y un cigarro son eternos,
pero hay algo más, algo más que sueños
que no conoce de espacios y de tiempos.
Solo saber si soy esponja (o no)
o más bien soy un triste espejo...
O más bien, o menos mal, o no me encuentro.
¡Oh, no sé qué soy! a
o no sé que soy
y, sobre todo, lo que no sé es que te quiero.
3 comentarios:
magnífico. me encanta el ritmo,el tono, en suma, el estilo que estás adquiriendo en estos últimos poemas... más dinámicos y capaces , por tanto, de transmitir muchos más sentimientos! ;)
Silvia, de nuevo, gracias por escribir. http://elrincondeloabsurdo-silvia.blogspot.com.es/ Espero poder serguir disfrutando...
La verdad es que he disfrutado bastante leyéndolo.
Luis
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