Qué dura es la presencia del presente,
el tiempo que me aboca hacia la muerte.
¿Dónde llevan estas aguas mi suerte?
¿Por qué el caudal humedeció mi frente?
Pobre corazón, no sabe si siente.
Tristes los ojos que no pueden verte.
Necia vida, que no supo quererte.
El alma llora, y el corazón miente.
2 comentarios:
me encanta el blog! :)
Gracias, Bego... Un beso
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