Resquebrajada el alma y cuanto siente,
por ser esencialmente y siempre hombre,
paradoja ser de día y de noche,
por ser la vida que aun hoy me corrompe.
Amortajado en dolor, vivo la noche:
imposible pena y dolor sagrado,
que me mata, me hiere y me corroe.
Quien pudiera fingir enormemente
la quimera de sentir en otro,
el consuelo de soñar con alguien.
Quien diera sentido a esta lluvia
o a las nubes que ahora me subyacen.
Quien fuera sastre para este cruel ropaje,
del que lágrimas son tela y tejido.
¿Dónde la esperanza para el hombre?,
cuando todo parece un sinsentido.
3 comentarios:
¡¡¡Muy buena!!! Casi lloro.
Cierta, profunda y nostálgica poesía al fluir del alma y sus misterios. un gusto leerte.
Gracias Mariela, un gusto leer también letrasinspiradas.blogspot.com Así, pues, gracias también a ti.
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