El rielar de mis penas
y el batir del corazón
son como estas arenas,
bañadas por mar y sol.
Una luna que me escucha
y mil lágrimas de estrellas
que acompañan cada duda
y conocen la epopeya.
Vuelve el mar y van las olas,
la gaviota llora y va
donde está mi pena sola
y donde mi llorar va.
1 comentario:
Muy sentisos versos llenos de nostálgia...¡¡
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